Ramón Telleria, o también conocido como Ramón el incansable, es uno de los fundadores del Eibar Rugby. Siendo también, un gran referente para todos los que forman el club. Cuenta con una trayectoria intachable y una vida dedicada exclusivamente al rugby.
– Ramón Telleria, una vida dedicada al rugby y aunque actualmente jubilado sigues estando presente en el rugby… ¿A parte de hobbie, es el rugby tu vida?
No, no solo es mi vida, pero es mi afición y la quiero mantener. Es una cosa que me gusta y me gusta ver todo los niveles. Todos los niveles, desde los mayores hasta los más pequeños, porque lo que trasmite el rugby, el respeto al contrario, el respeto a ti mismo, el respeto al compañero, el respeto al árbitro, el respeto a las normas…
E intentar siempre no dejar a tu compañero colgado, tienes que apoyarle aunque eches un pulmón, porque luego quieres que él te apoye a ti. Eso es el rugby para mí.
– Desde que se fundó el club, has podido participar en cada una de las etapas que forman un deporte, siendo jugador, entrenador, directiva… ¿Qué etapa recuerdas con más nostalgia? ¿Por qué?
Con más nostalgia… La de jugador (jajaja) por la forma física, por la juventud y que con cada año que juegas aprendes más. Pero sobre todo por la juventud. Jugué desde los 19 años hasta los 30 años, luego tuve familia y empecé a jugar menos… Después estuve con los veteranos, hasta que se me rompió un gemelo jugando en Zarautz, en un partido con los veteranos, se me rompió el gemelo izquierdo y allí se acabó. Con 38 años, muy mal… lo pasé mal porque quería seguir jugando pero además, me operaron del corazón ya con 37 años, entonces ya era hora de parar.
Luego la etapa de entrenador, llevo 21 años que empecé con los pequeños. Isasi, Iñaki Alberdi… cuando ellos tenías 13 años, ahora tienen 36 y 37, en ese tiempo, un día les vi jugar en Zarautz. Estaba a todo llover y ellos estaban helados, y me dieron hasta pena, los responsables de ellos estaban en la furgoneta y dije no, esto no puede ser y dije que me encargaba yo de ellos. Y desde entonces todos los años he seguido y cada vez más a gusto. Desde que, ahora, soy delegado del equipo, tengo menos trato con los pequeños, aunque me guste trabajar con los pequeños… Pero vivo muy bien ahora.
– Actualmente eres delegado del Senior masculino A, un equipo muy estable en la DHB desde hace 9 años… ¿Cómo te sientes siendo parte de este equipo?
Me gusta, más que nada porque ando con gente más joven que yo, y andar con gente más joven te mantiene la mente más activa, tienes que entender sus chistes (jajaja). Es muy distinto para mí estar con gente mayor a estar con gente joven. Es completamente distinto, es mucho más gratificante estar con los jóvenes, sobre todo porque la juventud no se contagia. Ojalá fuera así, pero no lo es, aún así te permite tener la cabeza más ágil y no solo estar pensando en los dolores y desgastes del cuerpo. Tiene otras cosas que tienen los jóvenes y no nosotros, es mucha más vitalidad, mucha rapidez de pensamiento, en general eh! No es que sean muy listos (jajaja) tienes que ser rápido con ellos, y te mantienen vivo.
Me metí a ser delegado porque siempre hay dificultades para los partidos de DHB como hay muchos que son fuera, en Galicia, Oviedo… había dificultades para poder viajar con ellos, y yo, siendo jubilado, no tengo esa dificultad, y voy encantado.
– En el inició de muchos jugadores veteranos mencionan como responsable a Ramón el incansable… ¿Es cierto que no te cansas, o has tenido algún momento de tú vida que hayas querido alejarte del rugby?
He tenido momentos, a veces porque no he podido, porque me operaron muy pronto del corazón, y ahora, alguna vez pensé en dejarlo, me había jubilado y pensé que era ya mi hora.
Pero me pregunte en lo qué haría, me quedé como un bobo, voy con los de la cuadrilla de txikiteo, voy de paseo… Y dije: no no, prefiero estar aquí, aunque no haga nada, pero estoy aquí en el gym con todos los que entran y salen y bueno… Me gusta. Me lo paso bien.
– Eres aitxitxa… ¿Te gustaría darles el legado del rugby?
Buff… me encantaría, sí sí, porque no creo que el rugby solo sea un deporte, que también, pero creo que es un sitio donde se aprende a compartir con el de a lado, a compartir muchas cosas con él, te das cuenta que sobre todo en el juego, que cuando juegas el de al lado es muy importe, porque es alguien que te apoya, te defiende, es tu escudo, es tu completo.
Para mí, eso me parece lo mejor del rugby y la amistad que haces en el rugby es la mejor, llegar al tercer tiempo después de haberlo zurrado… Llegas al tercer tiempo y ya está, con una cerveza, bebiendo con el otro, y no pasa nada, hasta el siguiente partido. Porque una cosa sí, perdonar sí pero olvidar no, pero bueno a mí eso me encanta, y la amistad que haces en el rugby es difícil encontrar en otras partes. Creo que el tercer tiempo es lo más espectacular y resume lo que es la filosofía del deporte. Se quedan juntos, la relación del partido no se acaba en los 80 minutos, se prosigue, acaba después y eso es importante. Y todo esto quiero trasmitirles a mis nietos.
ASMAE OURDI